Con exactamente 16,3 metros la Calle Rompelanzas es la más corta de Madrid. Un hecho que incluso ignoran muchos de los vecinos que allí viven. Se encuentra cerca de las calles Preciados y del Carmen, a unos metros de la estación de metro de Sol, una ubicación muy céntrica, así que si pasas por allí en tu viaj ea Madrid vale la pena acercarse a ver esta curiosidad.
Su nombre previene de la facilidad con la que se rompían las lanzas de madera que portaban los antiguos carruajes de caballos a su paso. Estas «lanzas» eran en realidad las varas de madera que unían los carruajes a los caballos.
Aunque pequeña y a veces ignorada, son muchos los madrileños que han pisado sus escasos 16 metros sin saberlo, ya que allí se encuentran las taquillas del Fnac donde se venden las entradas de muchos de los grandes espectáculos de la ciudad.
SI pasas por allí no pierdas la ocasión de, al menos, echar un vistazo a la descriptiva y simpática placa de la calle, donde se ilustra una imagen de lo que debía suceder aquí de forma cotidiana en los siglos XVI y XVII.
Curiosamente, la calle Rompelanzas, breve y estrecha, se encuentra a dos pasos de la calle más larga de la capital de España, que no es otra que la famosa y concurrida Calle de Alcalá, con unos 10 kilómetros de longitud. ¡Nada menos que 325 más larga que la Calle rompelanzas!