Uno de los lugares más misteriosos de Madrid es la Casa de las Siete Chimeneas, escenario de leyendas de fantasmas y a la vez sede del Ministerio de Cultura.
Este elegante edificio fue construido en el año 1577 por el arquitecto Juan Herrera, y en sus mejores días fue testigo de las correrías amorosas del capitán Zapata y su esposa Elena, hija de un caballero a las órdenes del rey.
Aquí es cuando la leyenda se entremezcla con la realidad. Zapata muere en la guerra de Flandes y poco después los criados encuentran muerta también a su esposa Elena en su dormitorio, y a las pocas horas su cadáver desaparece sin dejar rastro, ante el espanto y sorpresa de todo el mundo.
Mientras toda la ciudad habla del extraño suceso, cada vez son más los que aseguran haber visto al fantasma de la difunta caminando entre las siete chimeneas del tejado del palacete. La aparición es siempre la misma: la dama con su camisón blanco recorre el tejado, se arrodilla y se golpea el pecho justo antes de desaparecer.
Con mayor rigor histórico lo que sí podemos asegurar que aquí vivió durante muchos años el marqués de Esquilache, el ministro italiano de Carlos III, cuyas leyes tanto malestar crearon entre los españoles, en especial los madrileños. En 1766 el pueblo crispado asaltó la Casa de las Siete Chimeneas con intención de ajustarle las cuentas a Esquilache, pero el marqués ya no estaba allí. No hay nada de sobrenatural en esto, simplemente le avisaron de que debía salir de Madrid a toda prisa para salvar la vida.
Por suerte, los ánimos están más tranquilos ahora en la ciudad y podemos visitar la casa con tranquilidad, situada en la Plaza del Rey, sin necesidad de echar la puerta abajo.