Hace tres años que la ciudad de Madrid se quedó sin su Palacio de la Música. La última sesión en el histórico cine Palacio de la Música fue el 22 de junio de 2008, dejando todavía más huérfana de grandes pantallas la Gran Vía.
Hoy la fachada del Palacio de la Música ya luce remodelada, después de estar cubierta por andamios hasta finales del año pasado, las obras siguen en el interior a buen ritmo y según las previsiones el auditorio podrá abrir el año que viene.
Los enormes carteles que anunciaban los estrenos habían dejado la fachada muy deteriorada, con huecos y molduras rotas. Ahora ya se puede comprobar el trabajo de restauración, que ha devuelto el esplendor original a la fachada. El edificio, proyectado por el arquitecto Secundino Zuazo, cuenta con 6.630 metros cuadrados en tres plantas más una vivienda en la parte superior de unos 500 metros, que no formaba parte del diseño original y que se decidió eliminar.
La reforma ha afectado especialmente al subsuelo. Los sótanos se convirtieron en los años ochenta en dos minicines, que ahora desaparecen para albergar los vestuarios y los camerinos, además de una sala de ensayo para los artistas. La sala principal, de 1.600 butacas, tendrá un escenario mayor, de forma que pueda contener una orquesta de un centenar músicos y un coro de unos 80 cantantes.
El Palacio de la Música fue construido entre 1924 y 1926 por encargo de la SAGE (Sociedad Anónima General de Espectáculos). Su arquitecto lo concibió como un edificio multifuncional con una sala de cine y conciertos, una sala de fiestas bajo el patio de butacas y un cine de verano al aire libre en la azotea. El edificio, que a partir de 1928 empezó a ser conocido como Palacio de la Música, tiene un aforo de 1.600 butacas, lo que hace que esté entre los 20 cines más grandes de Europa.