Algunas de las más grandes obras literarias y los mejores poemas escritos jamás en lengua española se escribieron en el Madrid del Siglo de Oro, en el distrito donde vivieron entre otros Lope de Vega, Quevedo, Góngora, Cervantes y Calderón de la Barca, que hoy conocemos como el Barrio de las Letras.
Estas calles y plazas, desde la Carrera de San Jerónimo hasta la Plaza de Canalejas pasando por el Paseo del Prado, se llena de turistas que quieren visitar los enclaves más emblemáticos como la casa donde vivió Miguel de Cervantes (el número 18 de la calle de Huertas) o la calle Lope de Vega, que recibe ese nombre porque precisamente allí nació este inmortal autor.
Pero mucho después de aquella época el barrio siguió acogiendo ilustres plumas como las de Jacinto Benavente, bautizado en la Iglesia de San Sebastián, la misma donde se casaron entre otros Mariano José de Larra, Gustavo Adolfo Bécquer y José de Zorrilla.
La calle de Huertas sea tal vez el corazón de este barrio, zona de tapas y tabernas. Góngora, Quevedo o Bécquer se pasearon por ella miles de veces. Hoy sus baldosas y muros están adornados con citas de las obras más emblemáticas de la literatura española para que los turistas puedan leerlas mientras pasean por el barrio.
Hoy calle de Huertas y la Plaza de Santa Ana y a no son aquel templo urbano y vivo de las letras pero conservan intacta su atmósfera bohemia y literaria, sobre todo cuando cae la noche. Entre tapas y vasos de vino, son muchos hoy los que emulan, tal vez sin saberlo, las viejas tertulias de los grandes de las letras españolas en los mismos sitios donde tuvieron lugar.