No lo decimos nosotros, sino la revista National Geographic Traveler, una de las publicaciones más prestigiosas del Mundo. En su última edición dedica un apartado a confeccionar el aeropuerto perfecto cogiendo lo mejor de cada uno de los más importantes aeropuertos del planeta, y de Barajas se queda con el diseño arquitectónico.
En las páginas de la revista podemos leer que lo que más llama la atención del aeropuerto de Madrid, en especial de la T4, es «su novedosa arquitectura» y «la gran bóveda empapada de luz natural del techo» (el exitoso diseño de Richard Rogers y Antonio Lamela). También destacan las vigas de colores sobre las que se apoya el techo laminado. Un espectáculo para la vista y todo un hitto arquitectónico sin precedentes en edificios de este tipo.
Los que normalmente utilizamos las instalaciones de Barajas, y de la T4 en concreto, nos hemos acostumbrado ya a la visión interior de este magnífico edificio, olvidando tal vez que, desde su inauguración en el año 2006, ha recibido numerosos galardones como el prestigioso RIBA Stirling 2006, concedido por Royal Institute of British Architects.
Para acabar de confeccionar su «aeropuerto perfecto», National Geographic Traveler también recurre a otros aeropuertos del resto del mundo: el de Changi, en Singapur, el mejor para «pasar el día»; el holandés de Amsterdam-Schiphol, por la colección de arte cedida por el Rijksmuseum donde se suceden una tras otra importantes exposiciones temporales, el de Heathrow en Londres, paraíso de la s compras, la amplísima zona Wi-Fi del aeropuerto de San Francisco, las comodidades de Munich para pasajeros en tránsito y el estadounidense de Dallas-Fort Worth en Texas, por sus áreas de juegos infantiles que recrean «mini aeropuertos».