La Catedral de Santa María de la Almudena es un templo cristiano que combina diferentes estilos arquitectónicos: en la parte exterior del edificio predomina el neoclasicismo, la parte interna es de estilo neogótico y el neorrománico es lo más destacado de la cripta.
Puede que no posea la majestuosidad de la Catedral de Burgos, ni las vidrieras del templo de León o la trascendencia de la Catedral de Santiago de Compostela, pero la Catedral de la Almudena es la sede de la diócesis de Madrid, la capital de España y ahí reside su importancia.
En el año 1993, con motivo de la visita del pontífice Juan Pablo II a España, el papa consagró este templo catedralicio. Tiene unas dimensiones muy amplias: 73 metros de altura en su punto más elevado y 102 metros de longitud. Está comprendida en el centro de la ciudad, muy próxima a la Calle Mayor y al Palacio de Oriente.
Sin duda es uno de los puntos más visitados por todos los turistas que llegan a Madrid. Sus alrededores están repletos de bares, terrazas y restaurantes. Además está enmarcada en una zona eminentemente peatonal por lo que es un privilegio recorrer la zona a pie y descubrir su belleza clásica. Buena muestra de que es un monumento muy turístico es su oferta eclesiástica, ya que ofrece la posibilidad a los fieles de confesarse en diversos idiomas, como el francés el inglés, alemán e italiano.