Es el barrio más multicultural, variado, coqueto, descarado, moderno, tradicional y alocado de Madrid. El barrio de Lavapiés, así llamado porque en su origen era un distrito eminentemente judío. De hecho durante buena parte de su historia estaba rodeado por una muralla, a la que no se podía acceder a partir del anochecer.
Hace 30 años el barrio estaba habitado por gente mayor, ancianos y ancianas que disfrutaban de un lugar muy tranquilo, en pleno centro de la ciudad de Madrid. La inmigración transformó el barrio. Se calcula que aproximadamente un 50% del distrito es de origen extranjero y con la diversidad, llegó el cambio de Lavapiés.
Prueba de ello es que se celebra como en ninguna otra parte de Madrid fiestas tradicionales de otros pueblos y regiones del mundo. El Ramadán islámico o el año nuevo chino son fiestas que se celebran por todo lo alto en las calles del barrio. También se celebran algunos festivales de Bollywood, en virtud de los numerosos indios y pakistaníes que residen en torno a la Plaza de Lavapiés.
Otra de las característica de Lavapiés es el fuerte movimiento okupa y vecinal de sus habitantes.
El movimiento okupa, aunque ya muy minoritario, llegó a instalarse en varios inmuebles. Actualmente el nivel de okupas se ha reducido bastante, auqnue lo que si se mantiene vivo es el espíritu colectivo, con numerosas asociaciones culturales y vecinales, que velan por hacer de Lavapiés un paraíso de la integración.
La mejor manera de conocer el barrio es acercarse en transporte público, a la propia parada de metro de nombre Lavapiés, y patear todo el entramado de calles y callejuelas que conforman el barrio, es muy poco recomendable acudir en vehículo privado, al igual que ocurre en el vecino distrito de La Latina